En muchos hogares, comunidades y centros deportivos, la piscina de hormigón es el corazón del verano. Pero con el paso del tiempo, el uso continuado y los cambios climáticos, no es raro que empiecen a surgir grietas, fugas o problemas de impermeabilización. Y ahí es cuando entra en juego la rehabilitación de piscina de hormigón, una solución completa para devolverle la funcionalidad y el buen aspecto que se merece.
Si tú también has notado que tu piscina ya no está como antes, este artículo es para ti. Vamos a explicarte todo lo que debes saber para restaurar, renovar y mantener en perfecto estado tu piscina de obra. ¿Empezamos?
¿Cuándo es necesaria la rehabilitación de piscina de hormigón?
Antes de lanzarnos a reformar por reformar, conviene saber detectar las señales que nos indican que algo no va bien. La rehabilitación de piscina de hormigón no siempre implica una obra enorme; a veces basta con una intervención puntual para que vuelva a funcionar como el primer día. Como en el caso de si solo se deben reparar los bordes de la piscina.
Grietas visibles en el vaso
Las grietas son uno de los síntomas más claros de que algo falla. Si ves fisuras en el vaso, tanto pequeñas como grandes, es importante arreglar las grietas de la piscina cuanto antes. No sólo por estética, sino porque pueden derivar en problemas estructurales o fugas.
Fugas de agua constantes
¿Tienes que rellenar la piscina más a menudo de lo habitual? Eso puede ser señal de que hay fugas en la piscina. El agua se puede escapar por el vaso, las juntas o incluso por conducciones enterradas. Detectarlas y reparar el vaso de la piscina es clave para evitar mayores daños (y un despilfarro de agua).
Revestimiento deteriorado
Si el gresite se cae, el color está apagado o hay zonas ásperas, probablemente ha llegado la hora de restaurar la piscina de cemento. Un buen revestimiento no solo embellece la piscina, también protege la estructura y mejora la higiene.
Equipamiento desfasado o averiado
Los sistemas de filtración, iluminación o desinfección también envejecen. Durante una reforma de piscina antigua, es buena idea aprovechar para renovar estos elementos por versiones más modernas y eficientes.
¿Cómo se lleva a cabo la rehabilitación de piscina de hormigón?
Cuando se trata de rehabilitar una piscina de obra, no hay una única receta. Todo depende del estado de la piscina, el uso que se le da y las necesidades específicas de cada cliente.
Eso sí, hay ciertos pasos comunes que conviene tener en cuenta.
Evaluación previa del estado
Antes de levantar un solo azulejo, lo primero es hacer un diagnóstico completo. Nosotros siempre empezamos por revisar la estructura, buscar fugas y valorar el estado del revestimiento, los sistemas técnicos y la impermeabilización.
Reparar los daños estructurales
Si hay fisuras, es obligatorio arreglar las grietas de la piscina. Se abren, se limpian y se rellenan con morteros especiales que aguantan el contacto con el agua. En casos más graves, se refuerza la estructura con mallas de fibra o resinas.
Impermeabilizar correctamente
Uno de los pasos clave en cualquier rehabilitación de piscina de hormigón es la impermeabilización. Aunque el hormigón es resistente, no es impermeable por sí mismo. Por eso aplicamos productos específicos (como membranas líquidas o revestimientos cementosos) que evitan que el agua se filtre.
Renovar el revestimiento interior
Es el momento de embellecer la piscina. ¿Quieres gresite nuevo? ¿Prefieres lámina armada? ¿O quizás pintura específica para piscinas? Sea cual sea tu elección, renovar la piscina de hormigón también implica devolverle ese toque visual que enamora.
Mejora del equipamiento técnico
Un filtro que ya no funciona, focos que se funden cada verano, escaleras oxidadas. Durante la reforma es conveniente sustituir o actualizar estos elementos. Ganarás en comodidad, seguridad y eficiencia energética.
¿Cómo impermeabilizar correctamente una piscina de obra?
Ya lo mencionamos antes, pero vale la pena dedicarle un apartado propio. Impermeabilizar la piscina es esencial para evitar fugas y proteger la estructura del hormigón.
Tipos de soluciones impermeabilizantes

Existen varios sistemas para impermeabilizar piscinas. Los más comunes son:
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Revestimientos cementosos flexibles. Son fáciles de aplicar y se adhieren perfectamente al hormigón.
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Membranas líquidas de poliuretano o epoxi. Muy resistentes, forman una película continua sin juntas.
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Láminas armadas de PVC. Perfectas si quieres renovar completamente el interior y asegurar la estanqueidad.
Cada caso requiere su solución, por eso siempre recomendamos analizar bien el tipo de piscina, el clima y el uso que se le da.
¿Qué pasa si no se hace un buen mantenimiento de piscina antigua?
No cuidar una piscina antigua no es sólo cuestión estética, también puede suponer un riesgo para la seguridad y una pérdida económica importante.
Problemas habituales por falta de mantenimiento
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Aparición de fugas y pérdida constante de agua.
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Desprendimiento del revestimiento, con cortes o rozaduras al bañarse.
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Mal funcionamiento de depuradoras, bombas o sistemas de cloración.
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Dificultad para mantener el agua limpia, con proliferación de algas o bacterias.
Una rehabilitación de piscina de hormigón no es solo una reforma puntual: también es la forma más eficaz de prolongar la vida útil de tu instalación y asegurar un uso cómodo y seguro durante años.
¿Cuánto cuesta rehabilitar una piscina de hormigón?
Una de las preguntas más frecuentes es el precio. Y aunque no hay una respuesta exacta, vamos a darte una idea.
El coste de la rehabilitación de piscina de hormigón puede variar mucho dependiendo del tamaño, del tipo de problemas y de los materiales elegidos.
Para que te hagas una idea:
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Reparar grietas y volver a impermeabilizar: desde 1.500 €
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Renovar revestimiento completo: entre 2.000 y 5.000 €
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Reforma integral (estructura, impermeabilización, revestimiento y equipo): puede superar los 7.000 €
Lo mejor es pedir un presupuesto personalizado, adaptado a tu caso concreto.
¿Cuánto se tarda en rehabilitar una piscina de hormigón?
El tiempo también depende del tipo de intervención. Una reforma superficial (como cambiar el revestimiento) puede durar entre 5 y 10 días. Una rehabilitación más completa, con arreglos estructurales e impermeabilización incluida, suele llevar entre 2 y 4 semanas, dependiendo de si hay que esperar tiempos de secado o si hay mal tiempo. Eso sí, te recomendamos planificarla en primavera u otoño, cuando hay menos demanda y el clima es más estable.
En resumen, la rehabilitación de piscina de hormigón es una inversión inteligente. No solo mejora el aspecto visual, sino que asegura la estanqueidad, evita fugas, previene accidentes y alarga la vida útil de tu instalación. Además, si se hace bien, puede revalorizar tu vivienda o comunidad.
Y lo mejor de todo es que no tienes que preocuparte por nada. En nuestra empresa de instalaciones deportivas, somos expertos en reparar piscinas de obra, impermeabilizar, restaurar y renovar todo tipo de piscinas de hormigón.
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