Los niños necesitan jugar. Es mucho más que una necesidad de liberar energía: es un fenómeno común de todos los mamíferos como mecanismo de aprendizaje y crecimiento. Un crecimiento no únicamente físico, sino además en las dimensiones sociales, intelectuales y afectivas. Hasta tal punto que sienten en prácticamente todo instante la necesidad de jugar. Incluido cuando estamos de vacaciones en alguna bonita ciudad. Incluido cuando estamos en el hotel intentando relajarnos. En ese panorama, los hoteles con parques infantiles marcan la diferencia.

Parque para niños en hotel familiar

Las vacaciones en familia son una de las mejores actividades que pueden llevarse a cabo no solo para divertirse todos juntos, sino también para fortalecer los vínculos emocionales entre los miembros. Sin embargo, también es cierto que los intereses de los padres y de los niños pueden diferir bastante. Hasta tal punto que los pequeños y las pequeñas de la casa pueden aburrirse de determinadas actividades y desear distraerse un poco jugando en todo tipo de mobiliario de juego. Es ahí donde un hotel con parque para niños resulta esencial.
Frente a un hotel convencional, un hotel con parque para niños supone en primer lugar una enorme liberación para los más pequeños. Ahí pueden divertirse a su manera, soltar toda la energía acumulada y conectar con otros niños y otras niñas del hotel en un entorno seguro. Pocas cosas ponen tan feliz a un niño como llegar a un lugar y comprobar que existe un parque de juego. En ese sentido, no es suficiente con que haya un parque: tiene que ser un parque verdaderamente atractivo y acorde a la imagen corporativa del hotel. Debe encajar.
En segundo lugar, los hoteles con parques infantiles suponen una liberación total para los padres. Poder dejar a los niños en un entorno completamente seguro donde se divierten es muy satisfactorio. Especialmente cuando estamos cansados y no tenemos energía para salir fuera del hotel a continuar con el turismo. Por todo ello, todos los hoteles deberían replantearse contar con estas zonas de juego para los más pequeños y las más pequeñas. Y es que es algo que tanto madres como padres agradecerán enormemente.

Hotel con columpios

Como apuntábamos antes, los hoteles con parques infantiles deben disponer de algo más que un parque bien amueblado. Todo cuanto se encuentra dentro del hotel contribuye a aumentar o reducir la reputación del mismo. En ese sentido, es imprescindible que tengamos muy en cuenta la identidad corporativa del hotel y sus valores a la hora de diseñar su parque infantil. Un trabajo de conceptualización que permita que el parque parezca una extensión orgánica más del resto del conjunto. Es un paso que en Grupo Pineda nos tomamos muy en serio.
Una vez tenemos claras las líneas conceptuales (colores, texturas, ubicación, orientación, formas) estamos listos para seleccionar el mobiliario que formará parte del parque infantil. Es evidente que existen algunos elementos que deberán estar presentes sí o sí. Por ejemplo, ¿qué niño o qué niña no fliparía al ver unos columpios en los hoteles a los que fuera? Probablemente ninguno. Y lo mismo ocurre con los toboganes. Todo lo demás depende ya más del presupuesto y de aquellas líneas conceptuales marcadas previamente.
Sea como sea, lo que es evidente es que contar con un parque infantil es un punto muy a favor de cualquier hotel de cara a las familias con niños. Uno de esos pluses que pueden acabar marcando diferencias a la hora de escoger entre un hotel u otro. Si tienes un hotel sin un parque infantil y quieres entrar en la selecta lista de hoteles con parques para niños solo tienes que contactar con Grupo Pineda. Llevamos décadas realizando proyectos como este con absoluto éxito. Confía en nuestra experiencia.

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